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Artículo #240

Alimentación, cultura y legislación: ¿Quo Vadis?

Por Horacio Kauak DICIEMBRE DEL 2025

Chile registra un consumo anual de vino que bordea los 15 litros per cápita. Una cifra modesta si la comparamos con los 41,5 litros de Francia, especialmente considerando que somos la cuarta potencia exportadora de vino en el mundo, según la OIV. Surge entonces una pregunta inevitable: ¿qué debemos hacer para aumentar su consumo responsable y, al mismo tiempo, mejorar la dieta de la población? ¿Basta con difundir sus beneficios para la salud, o se requiere enfrentar directamente el avance de bebidas azucaradas y cervezas, especialmente en los maridajes cotidianos? ¿Es posible disminuir una ingesta de bebidas azucaradas que triplica el promedio mundial?

Texto destacado

En Chile, la gastronomía cotidiana privilegia cervezas y bebidas azucaradas por sobre el vino, pese a su valor cultural y nutricional. Una rebaja del impuesto específico al vino nacional y su declaratoria como Bebida Nacional permitirían equilibrar la oferta, incentivar su presencia en la mesa y contribuir a una alimentación más saludable. Integrar vino y gastronomía no es solo una medida económica: es una oportunidad cultural y de salud pública para el país.


Un recorrido por la oferta gastronómica urbana de Chile —más allá del sector oriente de Santiago— revela una realidad elocuente. En terminales de buses, mercados municipales, cocinerías, bares y restaurantes del país, la oferta predominante para acompañar un plato suele ser una cerveza o una gaseosa. La posibilidad de maridar un sándwich, un estofado o un pescado con una copa de vino es excepcional. La cerveza no solo es la bebida más vendida: es la más promovida. Esta asimetría abre una interrogante central: ¿cómo revertir una cultura gastronómica que invisibiliza al vino en su propia tierra?

Una respuesta posible reside en el margen económico del comerciante gastronómico. Si el vino no ofrece una rentabilidad superior —o al menos equivalente— a la cerveza y las bebidas, será difícil que los locales lo incorporen de manera competitiva en sus promociones. Aquí los impuestos desempeñan un rol clave.

El Decreto Ley 826 de 1974 grava los alcoholes con una tasa adicional de 20,5% para vinos, espumantes, sidras y cervezas; y de 31,5% para piscos, licores y destilados, además del IVA aplicable. Hasta 2014, estas tasas eran considerablemente menores. La consecuencia práctica es evidente: vinos y cervezas tributan exactamente igual, sin distinción de origen ni impacto nutricional. Nuestra propuesta es simple: reducir el impuesto adicional del vino nacional a un 10%. Esta rebaja permitiría equilibrar la balanza frente a la cerveza, disminuir precios al consumidor y mejorar los márgenes del comercio gastronómico, incentivándolo a ofrecer vino por copa —formato dominante en el canal HORECA— como acompañamiento natural de la comida. Un menor precio también contribuiría a erosionar la persistente percepción del vino como un producto de élite, tal como muestra la encuesta Criteria 2024.

Pero no se trata solo de impuestos. La discusión pertenece a un marco más amplio, donde convergen cultura, salud pública y desarrollo económico. Por ello, proponemos declarar al vino como Bebida Nacional, siguiendo el ejemplo de Argentina. Esta categoría sería la base para otorgar un tratamiento tributario preferente, aplicable no solo al vino sino también a otros bebestibles nacionales que, en el futuro, reciban dicha declaratoria. La reciente creación de la “Bancada del Vino” en el Congreso —un grupo transversal de parlamentarios— puede ser un catalizador importante para esta discusión. Sin embargo, no debemos olvidar que toda iniciativa tributaria depende, constitucionalmente, del Presidente de la República. Por lo tanto, la coordinación con el Ministerio Secretaría General de la Presidencia será indispensable para avanzar hacia un proyecto de ley que materialice este cambio.

Los beneficios serían amplios. Una mayor presencia del vino en la mesa favorecería la gastronomía nacional, permitiría maridar con identidad local y desplazaría progresivamente el consumo excesivo de bebidas azucaradas, con impactos positivos en salud pública. La diversidad de nuestras Denominaciones de Origen ofrece vinos capaces de acompañar —con versatilidad y autenticidad— todo el abanico de cocinas chilenas, desde la caleta nortina hasta la fonda patagónica. Así como Perú logró instalar el pisco sour como emblema inseparable de su gastronomía, Chile puede y debe avanzar hacia una cultura alimentaria donde el vino ocupe un lugar cotidiano y no excepcional.

La gastronomía y el vino comparten una misma raíz cultural. Ambos expresan nuestra historia, nuestro territorio y nuestra identidad. Descorchar una botella es culminar un proceso que comienza en el campo, pero que solo se completa en la mesa. Por eso, no podemos permitir que la legislación —por inercia o desactualización— siga separando lo que la cultura chilena ha unido. Con una política moderna, de fomento y visión país, podemos impulsar una transformación que beneficie al comercio, a los productores, a la salud pública y, por supuesto, a los consumidores.

Chile tiene ante sí la oportunidad de reconciliar vino y gastronomía en una experiencia cotidiana, identitaria y saludable. La pregunta ya no es si debemos hacerlo, sino cuándo y cómo daremos el paso que nuestro país vitivinícola merece.

Bibliografía:


1. Radiografía del consumo de vino en Chile. Wip.cl, 8 de mayo de 2025.
2. Rojas Aguilera, G. & Reyes Medel, C. (2016). Las 14 cocinas de Chile.
3. Biblioteca del Congreso Nacional. DL 826.
4. Constitución Política de la República. Editorial Jurídica de Chile, edición 2024.
5. Petermann, F. et al. (2017). “Consumo de bebidas azucaradas ayer y hoy”. Revista Chilena de Nutrición.


(*) Sobre el autor: Licenciado en Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Diplomado en Vino Chileno UC y Diplomado en Comunicación de Vinos UNAB. Empresario Gastronómico.


NOTA: Este artículo ha sido publicado en colaboración con el Diploma en Comunicación de Vinos de la Universidad Nacional Andrés Bello.